EUCARISTÍA

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Nombre: Alforja Calasanz
Ubicación: Valencia, Malvarrosa, Spain

lunes, agosto 14, 2006

S. José Calasanz / Fiesta del Patrocinio

Solemnidad
25 de Agosto – 27 de Noviembre

EDUCADOR
Y FUNDADOR DE LA ORDEN DE LAS ESCUELAS PÍAS


MISAL


Antífona de entrada (Salmo 33)

Venid, hijos, escuchadme; os enseñaré el temor del Señor.
Monición de entrada
Hermanos:

En los Santos encontramos un estímulo para el diario caminar de nuestra vida cristiana. Hoy recordamos a uno muy especial, San José de Calasanz, que escuchó la voz de Dios que le llamán­dole a servir a los más pequeños, a los niños.

Por medio de la educación en las letras y en el santo temor de Dios quiso inculcar en los niños el deseo de ser personas mejo­res, que con sus nuevas actitudes pudieran renovar la sociedad.

San José de Calasanz sigue siendo un ejemplo para todos no­sotros que, de una u otra forma, tenemos la tarea de enseñar a los niños y jóvenes de nuestras comunidades el mejor camino para llegar a su plenitud.

Que por intercesión de este gran Santo recibamos las bendi­ciones del Señor y la luz del Santo Espíritu para educar de la mejor manera posible a nuestros hijos. Con gozo y alegría reci­bamos al sacerdote.
Acto penitencial
Invocaciones
Himno: Gloria.


ORACIÓN COLECTA
Señor, Dios nuestro, que has enriquecido a San José de Calasanz con la caridad y la paciencia, para que pudiera entregarse sin des­canso a la formación humana y cristiana de los niños; concédenos, te rogamos, imitar en su servicio a la verdad al que veneramos hoy como maestro de sabiduría. Por nuestro Señor.

LITURGIA DE LA PALABRA

Monición a la primera lectura
Calasanz es llamado el Job de la Nueva Alianza, porque supo re­cibir de Dios tanto las cosas buenas, como problemas y malas noti­cias, de tal forma que con esperanza y lleno de confianza en el Se­ñor esperó hasta el final.

Que podamos hoy nosotros recibir con paciencia todo tipo de acontecimientos colocando nuestra confianza en Dios para que con esfuerzo y valentía superemos las dificultades.

Escuchemos la primera lectura.

PRIMERA LECTURA
El Señor me lo dio; el Señor me lo quitó. Bendito sea el nombre del Señor
Lectura del Libro de Job 1, 1.13 - 22
Había una vez en tierra de Hus un hombre que se llamaba Job. Era un hombre justo y honrado, que temía a Dios y se apartaba del mal.

Un día que sus hijos e hijas comían en casa del hermano mayor, llegó un mensajero a casa de Job y le dijo:

- Estaban los bueyes arando y las mulas pastando a su lado cuando cayeron sobre ellos unos sabeos, apuñalaron a los mozos y se lle­varon el ganado. Sólo yo pude escapar para contártelo.

No había acabado de hablar, cuando llegó otro y dijo:

- Ha caído un rayo del cielo que ha quemado y consumido-tus ovejas y pastores. Sólo yo pude escapar para contártelo.

No había acabado de hablar cuando llegó otro y dijo:

- Una banda de caldeos, dividiéndose en tres grupos, se echó sobre los camellos y se los llevó, y apuñaló a los mozos. Sólo yo pude es­capar para contártelo.

No había acabado de hablar, cuando llegó otro y dijo:

- Estaban tus hijos y tus hijas comiendo en casa del hermano mayor, cuado un huracán cruzó el desierto y embistió por los cuatro costa­dos la casa que se derrumbó y los mató. Sólo yo pude escapar para contártelo.

Entonces Job se levantó, se rasgó el manto, se rapó la cabeza, se echó por tierra y dijo:

- Desnudo salí del vientre de mi madre y desnudo volveré a él. El Se­ñor me lo dio, el Señor me lo quitó, bendito sea el nombre del Se­ñor.

A pesar de todo, Job no protestó contra Dios.

Palabra de Dios.

SALMO RESPONSORIAL Sal 111, 1 - 9

Dichoso quien teme al Señor.
Dichoso quien teme al Señor y ama de corazón sus mandatos,
Su linaje será poderoso en la tierra
la descendencia del justo será bendita.
Dichoso quien teme al Señor.
En su casa habrá riqueza y abundancia;
su caridad es constante, sin falta.
En las tinieblas brilla como una luz
el que es justo, clemente y compasivo.
Dichoso quien teme al Señor.
Dichoso el que se apiada y presta
y administra rectamente sus asuntos.
El justo jamás vacilará; su recuerdo será perpetuo.
Dichoso quien teme al Señor.
No temerá las malas noticias.
Su corazón está firme en el Señor.
Su corazón está seguro, sin temor
hasta ver derrotados a sus enemigos.
Dichoso quien teme al Señor.
Reparte limosna a los pobres,
su caridad es constante, sin falta
y alzará la frente con dignidad.
Dichoso quien teme al Señor.

Monición a la segunda lectura
Calasanz amó tanto a los niños y jóvenes que se entregó de lleno a su formación humana y cristiana; aún siendo de edad muy avan­zada se ponía a enseñar las primeras letras a los más pequeños.

Día y noche trabajó por amor a ellos, y en el Señor Jesús y en María, la Virgen, encontró la fortaleza para seguir entregando su vida; todo lo hizo por amor. Como el Apóstol Pablo, se mostró amoroso con los más pequeños, “como una madre cuida con cariño a sus hijos”.

Escuchemos la segunda lectura.

SEGUNDA LECTURAOs tratamos como una madre que cría con mimo a sus hijosLectura de la primera carta del apóstol S. Pablo a los Tesalonicenses 2, 3 - 8
Hermanos:

Nuestra exhortación no nace de error ni de motivos sucios ni de doblez; no, aprobados por Dios como estamos para confiaros el Evangelio, habla­mos como corresponde, no para contentar a los hombres, sino a Dios, que examina nuestro interior.

Como bien sabéis, nunca hemos tenido palabras aduladoras ni codicia disimulada, bien lo sabe Dios; no buscamos honores humanos, ni vuestros ni de otros. Aunque por ser apóstoles de Cristo podríamos reclamar auto­ridad, os tratamos con delicadeza, como una madre que cría con mimo a sus hijos; por el cariño que os teníamos, os habríamos entregado con gusto no sólo el Evangelio de Dios, sino nuestra propia vida; tanto llega­mos a quereros. Palabra de Dios.

ALELUYA
Aleluya, aleluya.
El que recibe a un pequeño en mi nombre, a mí me recibe.
Aleluya

Monición al evangelio
En nuestra sociedad los niños y jóvenes se ven asediados por muchos peligros. Como Jesús, Calasanz bendijo y protegió a los ni­ños, para que fueran personas de bien. No obstante, hay muchos que quieren alejar de Jesús a nuestros niños y jóvenes, llevándoles por el camino de la droga, la pereza y todo tipo de vicios.

Que por intercesión de Calasanz los niños y jóvenes puedan reci­bir hoy la bendición del Señor Jesús, para que les proteja y les guíe por el camino que conduce a la vida eterna, y que los adultos po­damos colaborar con Jesús en esta tarea.

Con gozo escuchemos la buena noticia que se nos va a procla­mar.

EVANGELIO
Sí no volvéis a ser como niños, no entraréis eh el reino de los Cielos

Lectura del Santo Evangelio según San Mateo 18,1 - 5
En aquella hora se acercaron los discípulos a Jesús y le preguntaron:

- Dinos, ¿quién es el más grande en el reino de Dios?

Él llamó a un niño, lo puso en medio y dijo:

- Os aseguro que si no cambiáis y os hacéis como los niños, no en­traréis en el reino de Dios; o sea que cualquiera que se haga tan poca cosa como este niño, ese es el más grande en el reino de Dios; y el que acoge a un niño como éste por causa mía, me acoge a mí. Palabra del Señor

Credo

ORACIÓN DE LOS FIELES

Alabemos dignamente a Cristo, que vino al mundo para dar testimonio de la verdad, y pidámosle con humildad:

Cristo escúchanos.
Tú que eres el camino sin el cual nadie puede llegar al Padre,
- haz que la piedad se incremente cada vez más en la Iglesia.

Cristo escúchanos.
Tú que eres la verdad que libera a la humanidad,
- haz que toda ella tenga acceso a la luz de la ciencia humana y de la ciencia divina.

Cristo escúchanos.
Tú que eres la vida, y deseas comunicarla con abundancia a todos;
- haz que los niños y jóvenes encomendados a nuestro cuidado vivan siempre de Ti.

Cristo escúchanos.
Tú que eres la fuente del agua viva que brota hasta la vida eterna,
- haz que todos los Padres Escolapios caminen por la senda de la san­tidad.

Cristo escúchanos.
Tú que otorgas que cuidadas de tus ovejas para que nadie las arrebate de tu mano,
- ten piedad de nuestros hermanos difuntos, por los que entregaste tu vida.

Cristo escúchanos.

Padre de misericordia que te revelas a los pequeños y sencillos de corazón, atiende estas súplicas que te dirigimos en esta solemnidad de San José de Calasanz, para que alcancemos la bienaventuranza eterna. Por Jesucristo...

Presentación ofrendas

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Te rogamos, Señor, que mires con serena bondad estos dones con los que representamos el misterio de la pasión de tu Hijo, para que en medio de las adversidades nos den aquella constan­cia, que San José de Calasanz enseñó y confirmó con su admira­ble ejemplo. Por Jesucristo..
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PLEGARIA EUCARÍSTICIA

PREFACIO
En verdad es Justo y necesario
es nuestro deber y salvación darte gracias
siempre y en todo lugar,
Señor, Padre santo,
Dios todopoderoso y eterno,
por Cristo Señor nuestro.

Porque nos concedes la alegría
de celebrar hoy la fiesta de San José de Calasanz
fortaleciendo a tu Iglesia
con el ejemplo de su vida,
instruyéndola con su palabra
y protegiéndola con su intercesión.

Por eso,
con los ángeles y los santos,
te cantamos el himno de alabanza
diciendo sin cesar:

Santo, Santo, Santo.

Canon

RITO DE COMUNIÓN

Padre Nuestro
Rito de la paz
Cordero de Dios

Antífona de Comunión
Dejad que los niños se acerquen a mí y no se lo impidáis, porque de ellos es el reino de Dios.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Santificados por el misterio dé la salvación, te pedimos, Señor, que cooperemos siempre al mayor incremento de la piedad. Por Jesucristo.